jueves, 29 de noviembre de 2007

ENLACES desde Chiapas

Un caballero se averguenza de que sus palabras sean mejores que sus actos.
Confucio

Daniel Flores Meneses
danfm@hotmail.com

Luzán: el aporte
La ley ya es
Los Niños Migrantes
La Suprema y sus supremos errores


Va un saludo y un abrazo de solidaridad a la familia Esquinca desde estas líneas por el fallecimiento del periodista Antelmo Esquinca que por décadas uso el seudónimo de LUZAN en sus entregas periodísticas. Murió a los 82 años dejando en el periodismo chiapaneco una gran tarea.
El estudio en la misma escuela que estudié yo esta bendita profesión, en la gloriosa “Carlos Septién García”, el por supuesto lo hizo antes que su servidor. Saludo pues a Carlos Equinca dirigente estatal del PRD, a sus hermanos que han perdido a su señor padre.
Por le menos hay una generación que abrevó en el profesionalismo de Luzán, de Antelmo Esquinca, muchos de esta generación fueron sus discípulos, cuando el periodismo chiapaneco se hacia por entrega total y no por dinero. A todo los que abrevaron en el arroyo de Luzán también un fuerte abrazo.

LOS NIÑOS MIGRANTES

Estuve leyendo la información de que la migración infantil hondureña, es decir que niños y adolescentes de Honduras se han incrementado y se nota mucho en Chiapas. Esto es grave porque la pobreza está apresando a la sociedad centroamericana que busca a Estados Unidos como la panacea para curarla.
Es terrible esto, pero no nos hemos dado cuenta que la migración de niños indígenas también es alarmante en Chiapas. Que cada día en las calles de las ciudades ya no solo de Chiapas sino de otros estados presentan la imagen de “los canguritos” y los limpiaparabrisas como algo común.
Esto es una migración empujada por la pobreza, ya se ven a los niños indígenas y los niños campesinos chiapanecos por todo el territorio nacional buscando su sobrevivencia.
Uno de los vecinos más cercanos en el sur, es Guatemala y los gobiernos enfrentan también un problemón. Por lo menos el 61 por ciento de los niños y adolescentes guatemaltecos, más de 500.000, trabajan en el sector agrícola, una de las peores formas de trabajo infantil, según la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
¿Cuántos niños y adolescentes han sido expulsados de sus comunidades por la pobreza en Chiapas¿, es una pregunta que necesita respuesta.



LA LEY YA ES.

Ahora si, ya quedó lista la Nueva Ley Electoral, toda vez que 69 ayuntamientos, 69 cabildos, ya la aprobaron. Por lo tanto ahora hay que esperar que la ley funcione, porque las leyes funcionan cuando los hombres quieren. El proceso electoral chiapaneco ha sufrido demasiados cambios y ahora es de esperar que está sea la “varita” que de una vez por todas devuelva al príncipe a su estado normal, porque estaba convertido en sapo.
Lo que vendrá no lo sabemos, las buenas intenciones ahí están, hay que creer en ellas. Luego tendrá las homologaciones que para cientos de políticos locales no será del todo de su agrado, pero los compromisos personales son menores a los de una sociedad.


LA SUPREMA Y SUS SUPREMOS

Ahora si los viejitos no se midieron y pecaron de miopes. Resulta que el pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) concluyó que no se demostró la existencia de violación grave de derechos humanos de la periodista Lydia Cacho, en términos del Artículo 97 constitucional.
Con esta acción dejaron a un pobre tipo como Mario Marín el “gober preciosolibre culpa, luego de haber secuestrado a la periodista para llevar la Puebla y juzgarla.
Me quedo con los viejitos del baile de Michoacán. Muchos de estos ya van de salida.




defensa
Antiguamente —y aun hoy en muchos países— los organismos oficiales encargados de asuntos militares eran llamados Ministerio de Guerra, un nombre que aludía exactamente a la función que cumplían: hacer la guerra o prepararse para ella. Sin embargo, con el paso del tiempo, los gobernantes fueron comprendiendo que la guerra suele ser una empresa que da poco prestigio y que quienes se defienden de ella se granjean más simpatía por parte del público y de la prensa. Así, los ministerios pasaron a llamarse, simpáticamente, ‘de Defensa’, así como las asignaciones presupuestarias se llamaron ‘gastos de Defensa’, aunque estuvieran destinadas a atacar a otros países. En efecto, mientras hoy se entiende que hacer la guerra es una tarea menos noble que lo que se creía algunos siglos atrás, las invocaciones a la ‘defensa nacional’ todavía despiertan sentimientos patrióticos. Algún ingenuo podría pensar que si todos se defienden, nadie hará la guerra, pero los hechos no confirman esa suposición.
Defensa se formó en latín a partir del verbo latino defendo, -ere, que se derivaba, a su vez, del verbo arcaico fendo, -ere (incitar, estimular, golpear), que ya no era usado en la época clásica. A este verbo se antepuso el prefijo de-, que en este caso significa ‘rechazar’, ‘repeler’, para formar defendere (rechazar a un enemigo, proteger o protegerse). Si a fendere se antepone el prefijo ob- (hacia delante, con el sentido de oposición), éste se convierte en of- (por estar antes de f), y se forma offendere (chocar con algo, golpear algo, disgustar a alguien), de donde se derivó nuestro verbo ofender.

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